Fuente Romana

Arte

Coordenadas geográficas: -1º80'78", 41º57'74"
Coordenadas UTM (ETRS89 H30): 600789, 4603770

La primera noticia nos habla de una fuente en la confluencia de dos caminos de herradura: de Augusta Bílbilis, a través de la cañada del Ribota y otro que ponía en comunicación las tierras de la meseta con el Ebro, atravesando el Sistema Ibérico por el valle del Aranda.

Los dos itinerarios mencionados coincidían en un prado delimitado por los hoy nominados cerros del Castillo, Cabezuelo y San Sebastián. En la vaguada se realizó un vaciado del terreno de unos 80 m2 por un máximo de 3 metros de profundidad, de forma rectangular, cortando su desagüe natural para aprovechar los flujos de agua. Se sujetó el desmonte con grandes sillares de piedra arenisca, conformando paredes al norte, este y sur. El lado oeste quedó de acceso a la placeta y desagüe de la fuente, dando su caudal sobrante al barranco de las Pozas.

Sobre el muro sur, el mayor, de unos nueve metros de longitud, se hizo aflorar las vetas de agua conducidas por medio de caños. Se recogía el agua en dos pilones; el de consumo humano discurría por tuberías de plomo que alimentaban dos caños y estaba cubierto por un arco de medio punto adovelado que cumplía la función de proteger el agua de las tormentas. En el pilón para abrevar ganado, de mayor longitud, los caños vertían a mayor altura aireando el agua y dando sonoridad.

En época islámica, trasladan la población desde el valle del Aranda al actual cerro del Castillo. En el vértice se construye una alcazaba y el caserío se rodea de una muralla (barbacana) de mampostería. La fuente queda fuera de la ciudadela pero muy próxima. En el siglo XVI con el crecimiento de población, la villa se extendió a extramuros y la fuente quedó integrada dentro del casco urbano. Dio nombre al nuevo barrio de la Fuente, aunque popularmente se le llamó del Chorro y así ha quedado como la fuente del Chorro.

Durante la II República, 1931-36, el ayuntamiento acometió obras de saneamiento, instalando alcantarillado, conducción de agua por las calles principales de la villa y acometidas particulares. Finalizada la Guerra Civil acordó el consistorio erigir un monumento que perpetuase la memoria de los caídos en combate. Así quedó la fuente sepultada en el año 1942. En abril de 2004 se recupera, tras una restauración, un bien patrimonial e histórico de la villa de Aranda y de toda la comarca.